jueves, 4 de diciembre de 2008

LA PATRIA VIEJA


Aca encontraras una breve pero ingeniosa prestanción en Power Point donde encontraras datos de la Patria Vieja.

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MUSEO DE LA GUERRA DEL PACIFICO

Diviertete visitando el museo de la guerra del pacifico

NUEVAS REGIONES

Historia de la regionalización chilena

Entre los siglos XVI y XIX, Chile poseía una regionalización que dividía el territorio en tres regiones: Norte, Central y Austral. Con la Constitución de 1811 se dividió al país en tres regiones: Coquimbo, Santiago y Concepción. Luego en 1927 se delimitó las provincias, departamentos y territorios como medida de ordenamiento territorial, debido a que Chile se había organizado espontáneamente.
En 1945, la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) propuso una regionalización que reagrupó al país en seis regiones: Norte Grande, Norte Chico, Núcleo Central, Concepción y La Frontera, Los Lagos y Los Canales. Esta regionalización tomó en cuenta los factores geográficos y económicos propios de cada zona geográfica. En 1969, el Gobierno de Chile creó la Oficina de Planificación (ODEPLAN), con el fin de solucionar los problemas suscitados por la regionalización de la CORFO. La nueva regionalización pretendió que cada región contara con autonomía económica, generando doce regiones.
En 1974 se creó la Comisión Nacional de la Reforma Administrativa (CONARA) con la finalidad de solucionar los problemas de centralismo, mala distribución de los recursos económicos, administrativos y de la población. La regionalización fue puesta en marcha, creándose trece regiones, divididas en provincias y éstas en comunas.


¿Cómo se gestó la nueva regionalización?

En el año 2005 se realizaron modificaciones a la Constitución Política de Chile, las cuales permitieron eliminar el número total de regiones que conformaban a Chile.
Estas modificaciones permitirían crear, eliminar y denominar las regiones, sus provincias y sus comunas, además modificar los límites y fijar las capitales de regiones y provincias. Todo este trámite facilitaría todo el proceso de la nueva regionalización chilena.
Ese mismo año, el poder Ejecutivo entregó a la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización del Senado la propuesta de crear una nueva región junto a su plan de desarrollo, cumpliendo así con el protocolo firmado entre la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (SUBERE) y el Senado.
Los proyectos de ley para crear la nueva región de Los Ríos (XIV) y Arica y Parinacota (XV) se fundamentaron en propuestas para atenuar o revertir los efectos del centralismo chileno.
Este trámite legislativo se inició en el mes de octubre del año 2005. Sin embargo, el 19 de diciembre de 2006, la Cámara Baja (Diputados) realizó el último trámite constitucional para la creación de las dos nuevas regiones, las cuales serán efectivas en el año 2007.


¿Por qué se crearon las nuevas regiones?
La necesidad de satisfacer los requerimientos de la población de cada una de las nuevas regiones era un problema que se acarreaba hace muchos años y estas nuevas regiones buscaban mayor representatividad en el gobierno local.
La XV Región de Arica y Parinacota desea potenciar el turismo, los servicios y la actividad minera para mejorar el PIB regional de 1,1%.
La XIV Región de Los Ríos quiere acrecentar las inversiones en desarrollo silvoagropecuario, forestal y acuícola, además de los servicios y el turismo, pudiendo mejorar su PIB regional de 1,3%.
La creación de estas nuevas regiones permitirá fortalecer e intensificar las comunicaciones entre los diferentes centros regionales, reduciendo las distancias y minimizando el tiempo y costo de la burocracia regional.


¿Cuáles son las nuevas regiones?


XV Región de Arica y Parinacota

Corresponde a las provincias de Arica y Parinacota, las cuales pertenecen a la I Región de Tarapacá. Cada una de estas provincias tendrán dos comunas y conservarán sus límites.En la Tabla Nº 1 se observan las provincias de la nueva región y sus sedes comunales, población, superficie y densidad poblacional.

XIV Región de Los Ríos

Corresponde a las provincias de Valdivia y Ranco, las cuales pertenecen a la X Región de Los Lagos. La primera posee ocho provincias y la segunda cuatro y todas las provincias y comunas conservarán sus límites.


miércoles, 3 de diciembre de 2008

GUERRA DEL PACIFICO


La guerra del Pacífico es el conflicto armado más importante en el que nuestro país se ha visto involucrado hasta hoy. La falta de claridad en los límites establecidos y el potencial económico de una zona rica en salitre fueron las principales causas del enfrentamiento, que se extendió por casi cuatro años.


EL COMBATE NAVAL DE IQUIQUE

El combate naval de Iquique fue un enfrentamiento naval de la Guerra del Pacífico. Tuvo lugar en la bahía de Iquique, el día 21 de mayo de 1879 y en el se enfrentaron el monitor peruano Huáscar al mando del capitán de navío Miguel Grau Seminario y la corbeta chilena Esmeralda al mando del capitán de fragata Arturo Prat Chacón, quien resultó muerto en esta acción. El combate tuvo como resultado el hundimiento de la corbeta chilena y el levantamiento del bloqueo del puerto de Iquique. Este combate ocurrió con anterioridad del combate naval de Punta Gruesa desarrollado 10 millas al sur.



PRIMER PRESIDENTE DE CHILE

MANUEL BLANCO ENCALADA
Uno de los forjadores de la Armada de Chile, cooperador incansable del Director Supremo Bernardo O'Higgins Riquelme en la creación de la Primera Escuadra Nacional y de la Escuela Naval, Jefe de la referida Primera Escuadra, primer Presidente de la República, personaje de gran significación en la gesta emancipadora.
Blanco Encalada nació en Buenos Aires el 21 de abril de 1790. Sus padres, ambos de noble estirpe, fueron el oidor don Manuel Lorenzo Blanco Cicerón, de nacionalidad española, y doña Mercedes Calvo de Encalada y Recabarren, de nacionalidad chilena. Enfrentado a la disyuntiva de escoger su propia patria, Blanco Encalada no titubeó ni un instante en escoger la tierra de su madre, es decir a Chile como su tierra, a la que sirvió como el más amante de sus hijos.
Al cumplir 12 años su madre decide darle una educación esmerada y lo envía a España. En 1807 ya estaba incorporado a la Marina Española como Alférez; al año siguiente logró ser destinado al Apostadero Naval de El Callao.
Poco después estallaba el movimiento emancipador en El Plata y luego en Chile, mostrando Blanco, desde un primer momento, predisposición en favor del citado proceso.
En 1813 tomó el camino de Chile, llegando a Santiago cuando acababa de recibirse la noticia del desembarco del Brigadier Antonio Pareja en Talcahuano. De inmediato se incorporó al ejército patriota.
El General José Miguel Carrera Verdugo, lo destinó al arma de artillería y a la construcción y reparación de cañones y armamentos, organizando Blanco la primera maestranza y taller de armas que tuvo el país.
Después de la Batalla de Maipú 5 de abril de 1818 fue nombrado Teniente Coronel efectivo de su arma. Pero Maipú no era la solución definitiva de la independencia. O'Higgins y su ministro Zenteno se preocupaban de preparar una Escuadra, fundamental para obtener el dominio del mar y a través de éste asegurar dicha independencia.
Empresa titánica, verdadero milagro logrado por O'Higgins, junto a colaboradores como Blanco Encalada.
El 28 de junio de 1818, con el grado de Capitán de Marina de Primera Clase, se nombró a Blanco Encalada como Comandante General interino del Departamento de Marina, con sede en Valparaíso, encargándose también de la organización de una Academia de Guardimarinas para formar oficiales y el reclutamiento de marineros extranjeros, en particular ingleses y norteamericanos.
Más tarde el Gobierno le entregó el mando de toda la Escuadra. En tales circunstancias recibió lo que sería su bautizo de fuego, la captura de la fragata "Reina María Isabel".
No obstante haber sido el fundador de la Escuadra, del éxito de la acción naval antes referida, en un gesto que lo ennoblece, Blanco consintió en ser el segundo del célebre Almirante Lord Thomas Alexander Cochrane, que el 28 de noviembre de 1818 llegara a Valparaíso.
Por su propia solicitud Blanco fue trasladado al ejército el 7 de junio de 1820, asumiendo como Jefe interino del Estado Mayor y Comandante General de Armas de Santiago.
Además el 7 de septiembre del mismo año, el Senado le confiere el alto honor de darle la investidura de Mariscal de Campo.
La Campaña final de Blanco en la Guerra de la Independencia, fue su expedición para la Liberación de Chiloé, el último baluarte hispano en Chile. Allí, nuevamente al frente de la Escuadra, condujo a la fuerzas del General Ramón Freire Serrano.
A su regreso de Chiloé, terminada la gestión de Freire como Director Supremo, el Congreso en julio de 1826 eligió a Blanco Encalada "Presidente de la República", si bién muy pronto Blanco se alejó de la política.
Años más tarde, con ocasión de la Guerra contra la Confederación Perú-boliviana, se nombró a Blanco, Comandante en Jefe del Ejército. Su participación en la primera campaña del citado conflicto, le significó al retornar a Chile y ser sometido a un Consejo de Guerra, si bien éste le absolvió.
Blanco Encalada se retiró a partir de entonces a su vida privada. No obstante su avanzada edad, este viejo soldado de la Independencia ofreció sus servicios como marino al gobierno, cuando sobrevino la Guerra contra España.
El 5 de septiembre de 1876, con la tranquilidad del héroe, falleció el Vicealmirante Manuel Blanco Encalada, quien fuera insigne marino, militar, diplomático, primer Presidente de la República y Jefe de la Primera Escuadra Nacional

LA COLONIA

La Conquista de nuestro país tuvo características particulares ya que se extendió por muchos años debido a la fuerte resistencia que opusieron los araucanos.
Es así como, de modo general, entendemos por Colonia a la extensión imperial, social, político, religioso y cultural que se estableció en América durante los siglos XVII, XVIII e inicios del siglo XIX.
En Chile, la Colonia comienza tras el Desastre de Curalaba en 1598 con el establecimiento de la frontera natural entre españoles y araucanos en el río Bío Bío. La región ubicada al sur de dicho río quedó en manos de los indígenas, mientras que las tierras ubicadas al norte fueron gobernadas por los españoles comenzando así la Colonia en Chile. Otros enclaves españoles fueron Valdivia y Chiloé.
Esta etapa, que se prolonga hasta la revolución de la Independencia, se caracterizó por un constante cambio de gobernadores, cuya preocupación principal fue proseguir la guerra contra los araucanos y luchar contra los frecuentes cataclismos naturales (terremotos, donde destaca el producido en 1647 bajo la gobernación de Martín de Mújica y Buitrón) que sufría el país.

¿GOLPE DE ESTADO O DICTADURA MILITAR?







El Régimen Militar es el período de la historia de Chile comprendido desde el 11 de septiembre de 1973, cuando los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y el general director de Carabineros dieron un golpe de Estado y derrocaron al gobierno del presidente Salvador Allende, hasta el 11 de marzo de 1990, cuando el Presidente Augusto Pinochet entregó el poder al presidente elegido en las elecciones efectuadas en el mes de diciembre de 1989, como consecuencia del resultado del plebiscito realizado el 5 de octubre de 1988.
Durante este período, Chile sufrió una importante transformación económica, política y social, a la vez que se cometieron sistemáticas violaciones a los derechos humanos. Políticamente, el régimen se caracterizó por un modelo autoritario de gobierno, pero partidarios y detractores se refieren a él con diversos nombres: Gobierno militar y Dictadura militar, respectivamente.

BERNARDO O"HIGGINS

Nació el 20 de agosto de 1778 en Chillán Viejo. Su padre era un irlandés al servicio de la corona de España , que fue Intendente de Concepción, don Ambrosio O'Higgins y su madre doña Isabel Riquelme, una señora principal de Chillán.
Poco se sabe de sus primeros años. En 1782, fue llevado a Talca a casa de un acaudalado comerciante , Juan Albano Pereira ,donde fue bautizado y recibió los cuidados y cariño de su esposa, doña Bartolina de la Cruz.
En 1788, don Ambrosio O'Higgins fue nombrado Gobernador de Chile y queriendo darle a su hijo una buena educación, lo envió al Colegio de Naturales en Chillán y luego a aristocrático Colegio de San Carlos en Lima.
Posteriormente, en 1794 fue enviado a España, a Cádiz a casa de su tutor, don Nicolás de la Cruz. A los pocos meses fue enviado a Inglaterra a la casa de los fabricantes de relojes Spencer y Perkins. Perfeccionó sus estudios en una academia de Richmond, cerca de Londres.
Conoció a Francisco Miranda , precursor de la independencia hispana, quien lo imbuyó de las ideas libertarias y consejos que le servirían para tomar parte activa en la lucha de emancipación de nuestro país.
Regresó a Cádiz en 1799 y el 3 de abril de 1800 se embarca en la fragata "Confianza" para regresar a Chile, pero ésta es capturada por un buque inglés , debiendo regresar a su puerto de origen , después de muchas vicisitudes. En Cádiz permanece dos años más.
Al recibir la noticia de la muerte de su padre en Lima, el 18 de marzo de 1801, decide regresar a Chile, lo que hace en abril de 1802, llegando a Valparaíso el 6 de septiembre de ese año.
Su padre al morir testó a su favor la Hacienda de Las Canteras de 16.689 cuadras y más de 4.000 cabezas de ganado. A esta propiedad dedicó los proximos años, sin descuidar su disposición al servicio público.
En 1806 fue Alcalde de Chillán y en 1810, Subdelegado de la Isla de Laja.
Consciente de su falta de preparación militar , le pidió al Coronel Juan Mackenna que le instruyera sobre los conocimientos que carecía.
Con ellos organizó a los campesinos de su hacienda para el combate y en Chillán formó un cuerpo militar de insurgentes. Participó en reuniones con Martinez de Rozas que como representante de la Logia de Cádiz preparaba el ambiente para la Independencia.
Aún cuando no participó en los movimientos revolucionarios de José Miguel Carrera Verdugo del 4 de septiembre, 15 de noviembre y 2 de diciembre de 1811, sin embargo concordó con ellos, participando en la Junta de Gobierno.
En 1813 los realistas se vengaron de su participación en los movimientos de emancipación, quemando las casas de su hacienda,talando sus campos y tomando prisioneras a su madre y hermana.
En el sitio de Chillán se presentó ante el Comandante en Jefe con 1.400 soldados instruídos por él.
El 17 de octubre de 1813, en El Roble, a orillas del río Itata, José Miguel Carrera Verdugo al mando de bisoñas tropas, tuvo que huir a nado para evitar caer prisionero. La situación era desastrosa para los patriotas.
Sin embargo, en medio de la confusión, surgió O'Higgins quien tomando un fusil de un soldado muerto y al grito de : "O vivir con honor o morir con gloria !El que sea valiente que me siga!", cargó con singular arrojo y valentía sobre las fuerzas realistas, convirtiendo la derrota de los primeros momentos, en una victoria para los patriotas.
Por discrepancias con la Junta de Gobierno, José Miguel Carrera renunció y propuso a Bernardo O'Higgins como Comandante en Jefe del Ejército.
Enfrentado a las tropas realistas en los combates de El Quilo, El Membrillar, Tres Montes y Guajardo, obtuvo sucesivas victorias para la causa patriota. En Quechereguas obligó a las tropas realistas a retirarse a Talca.
El 23 de julio de 1814, José Miguel Carrera derroca a Francisco de la Lastra y se constituye en el Presidente de la Junta de Gobierno. Bernardo O'Higgins se opone y marcha con sus fuerzas hacia Santiago, siendo derrotado en el combate de Tres Acequias por Luis Carrera en agosto de 1814.
Se refugia en la hacienda de Paula Jaraquemada, pero ante el desembarco del Brigadier español Mariano Osorio y su avance hacia Talca, subordina sus fuerzas a las de José Miguel Carrera.
El 1o. de octubre de 1814 Mariano Osorio con sus tropas inició el cruce del río Cachapoal y O'Higgins y Juan José Carrera se refugiaron en la plaza de Rancagua.
Aún cuando O'Higgins tenía menor graduación que el Brigadier Juan José Carrera, a petición de éste asumió el mando y la defensa de la plaza, que se encontraba sitiada por las tropas españolas. José Miguel Carrera acudió con la división de reserva, pero fue rechazada por las tropas realistas.
Habiendo transcurrido 36 horas desde el inicio del combate y agotadas las municiones, O'Higgins decidió romper el cerco y seguido por Ramón Freire Serrano, ordenó montar a caballo y abrirse paso a través del enemigo ante las atónitas huestes realistas.
Este hecho cerró el período de la Patria Vieja y los patriotas tuvieron que emigrar a Mendoza para preparar la reconquista.
El 16 de febrero de 1817, después del triunfo patriota en la Batalla de Chacabuco, el Cabildo abierto proclamó a Bernardo O'Higgins como Director Supremo.
Es en la dirección suprema de la nación donde O'Higgins se revela como un gran estadista al organizar el gobierno en lo jurídico, educacional, cultural y material y al reglamentar sus funciones, imponer tributos, y adaptar las leyes de instituciones del régimen colonial, al principio republicano para establecer un sistema social sobre bases más humanas e igualitarias.
Promovió la creación de Colegios, Bibliotecas, Hospitales, Cementerios y planificó la urbanización de las ciudades. Dispuso la reapertura del Instituto Nacional, fundó la Biblioteca Nacional, ordenó componer la nueva canción nacional y el Escudo de Armas de la República, fundó la orden al mérito que reemplazaría los títulos de nobleza que fueron suprimidos.
Creó la Escuela Militar y la Academia de Guardiamarinas.
Tuvo la gran preclara visión de que cualquier esfuerzo que se hiciera no serviría de nada, mientras el país no contara con una Escuadra. Después de la magnífica victoria de Chacabuco, el General Bernardo O'Higgins pronuncia la visionaria frase:
"Este triunfo y cien más se harán insignificantes si no dominamos el mar".
Y esta idea condensa la estrategia aplicada por los españoles durante la Guerra de la Independencia.
Su concepción marítima le hace comprender que dada la condición geográfica insular del territorio, contar con un poder naval era una condición imperiosa para lograr el éxito, que asegurase la Independencia, impidiendo la llegada de refuerzos para las menguadas huestes del Virreynato que aún permanecían en Chile.
Asimismo vislumbró que el poder de una Escuadra nacional podría barrer a la armada española del Océano Pacífico y que sólo entonces las tropas patriotas amparadas por esa fuerza naval, inmovilizarían a los ejércitos españoles, facilitando su derrota y consolidando definitivamente la independencia de Iberoamérica.
Con muchos esfuerzos económicos crea la primera Escuadra Nacional, la Comandancia de Marina, la Comisaría de Marina, la Infantería de Marina y los Arsenales Navales.
Da el mando de la primera Escuadra Nacional al Capitán de Navío Manuel Blanco Encalada, quien zarpa el 10 de octubre de 1818 con cuatro buques con rumbo al sur, con la misión de interceptar y apresar un convoy enemigo.
La misión tiene éxito y la Escuadra regresa, habiendo capturado la fragata "Reina María Isabel" y seis transportes con tropas, demostrando a España que este poder naval emergente ya controlaba sus aguas.
Luego se da a la gigantesca labor de organizar y financiar la Expedición Libertadora del Perú, con tropas del General Juan José de San Martín y Matorras, que habían renunciado a su dependencia de las Provincias Unidas y se habían puesto a las órdenes del Gobierno de Chile y con tropas patriotas enroladas por el Gobierno.
Tiene el gran acierto de contratar al Almirante Lord Thomas Alexander Cochrane, quien con su audacia ejecuta páginas de gloria para el pabellón nacional en sus ataques a El Callao, la captura de la "Esmeralda" , la toma de Corral y Valdivia.
Lord Thomas Alexander Cochrane logra destruir el poder naval español en el Pacífico, logrando el dominio del mar para la naciente nación.
Obtenida la independencia del Perú, y habiendo sucedido algunos hechos que empañaron su gobierno, como el fusilamiento en Mendoza de los hermanos Juan José y Luis Carrera Verdugo, el 8 de mayo de 1818, el asesinato de Manuel Rodríguez Ordaiza, el 26 de mayo de 1818, el fusilamiento en Mendoza de José Miguel Carrera Verdugo, el 4 de septiembre de 1821, la arbitraria política del Ministro Rodríguez Aldea y de la Logia Lautarina, los roces con los otros poderes del Estado, entre otras causas, determinaron el levantamiento de las provincias pidiendo su dimisión como Director Supremo.
Para evitar derramamiento de sangre, Bernardo O'Higgins Riquelme abdicó como Director Supremo el 28 de enero de 1823, entregando el poder a una Junta de Gobierno.
Posteriormente se trasladó al Perú arribando a El Callao el 28 de julio de 1823. Como no disponía de otras entradas, subsistió con el producto del cultivo de las haciendas Montalván y Cuiba, que le fueron obsequiadas por el Perú.
Exiliado voluntariamente, aceptó el retorno a la Patria que le ofreció el Presidente Manuel Bulnes Prieto y en los febriles preparativos agotó sus últimas energías.
El 24 de octubre de 1842 el Libertador General Bernardo O'Higgins Riquelme entregó su alma a Dios.
El 11 de enero de 1869, Chile repatria los restos de su hijo ilustre, cuando las corbetas de guerra "O'Higgins", "Esmeralda" y "Chacabuco" recalan a Valparaíso, al mando del Vicealmirante Manuel Blanco Encalada, trayendo sus restos desde el puerto de El Callao, para ser sepultados en el Cementerio General.
En 1979 fueron trasladados al Altar de la Patria donde su urna permanece cubierta por la bandera nacional y alumbrado por la llama de libertad.

DESCUBRIMIENTO DE CHILE

El descubrimiento de Chile es el período histórico que se inició con la llegada de los españoles a tierras chilenas, específicamente la expedición de Diego de Almagro en 1535, y que concluye con la llegada de Pedro de Valdivia en 1541, quien inicia el período de la Conquista.





Expedición de Hernando de Magallanes
Estrecho de Magallanes.

En su intento por llegar a las Indias, Hernando de Magallanes descubrió para España las costas de la Patagonia y de la Tierra del Fuego, y también navegó las aguas del estrecho que luego recibiría su nombre Magallanes.
En el invierno de 1520, los hombres bajo el mando de Magallanes tomaron contacto con los tehuelches, que llamaron la atención de los españoles por su elevada estatura, su vestimenta de piel de guanaco y su apariencia desgreñada. Fueron considerados como gigantes y bautizados como patagones (se supone que a causa de las enormes huellas que dejaban sus pies forrados en pieles de guanaco). La región que habitaban fue nombrada Patagonia.
A su paso por el estrecho, divisaron muchas fogatas hacia el sur durante la noche, por lo que dieron a esa zona el nombre de Tierra del Fuego. Mientras algunas naves de la expedición exploraban el brazo de mar que se abría hacia el sur, Magallanes avanzó hacia el noroeste y tomó posesión de la tierra en nombre del rey de España, en el puerto de las Sardinas (conocida hoy como Bahía Fortescue). A su salida del estrecho, el océano no presentaba tempestades tan frecuentes, por lo que Magallanes rebautizó el Mar del Sur de Balboa con el nombre de Océano Pacífico

Expedición de Diego de Almagro
Los Preparativos

Almagro inició los preparativos de su expedición a Chile con buenos auspicios. Le llegaron noticias de los incas de que la región al sur del Cuzco estaba poblada de oro, por lo que juntó fácilmente 500 españoles para la expedición, muchos de los cuales lo habían acompañado al Perú. Iban también en la expedición unos 100 esclavos negros y unos 10.000 indios yanaconas para el transporte de las armas, ropas, víveres, etc.
Las noticias que les llegaban de Chile eran absolutamente falsas, pues los incas planeaban una rebelión contra sus dominadores y deseaban que aquel grupo tan numeroso de españoles se alejara del Perú. Para convencerlos, Almagro le pidió al Inca (rey del imperio) que les preparara el camino junto a tres soldados españoles, el Inca les entrego el más alto jefe religioso del imperio llamado Manco, el Villac-Umu, también a su propio hermano llamado Pablo Inga, y su propia compañía.
Encomendó a Juan de Saavedra que se adelantase con una columna de cien soldados para que, a la distancia de unas ciento treinta leguas, fundase un pueblo y lo esperase con los alimentos e indios de relevo que pudiera reunir en aquellas comarcas.

Por el camino del Inca

Almagro salió del Cuzco el 3 julio de 1535 con 50 hombres y se detuvo en Moina hasta el 20 de ese mes, detenido por el inesperado arresto del Inca Manco Cápac II(jefe religioso del imperio) por Juan Pizarro, acción que le trajo problemas.
Dejada atrás Moina, Almagro se encaminó por el camino del Inca, con los 50 hombres de que consistía su columna. Recorrieron el área occidental del lago Titicaca, cruzaron el rió Desagüero y se encontró con Saavedra en un poblado llamado Paria, en que logró reunir a 50 españoles más, que pertenecían al grupo del capitán Gabriel de Rojas, y que decidieron abandonar a su jefe y dirigirse a Chile, se reunió un total de 150 hombres. Permanecieron cerca del lago Augallas todo agosto, en espera del derretimiento de las nieves de la cordillera de los Andes.
Pasado este contratiempo, se dirigieron a Tupiza, donde se encontraron con Pablo Inga y el Villac-Umu, que tenían recolectado oro de los tributos de la región, y con los tres españoles que los acompañaron. Estos tres españoles mientras esperaban a Almagro se habían dedicado al pillaje y asaltaron una caravana que supuestamente provenía de Chile con oro, el cual le fue mostrado a Almagro. Esto renovó los bríos de los expedicionarios haciéndoles olvidar los padecimientos de la marcha. Aquí Almagro realizó una nueva pausa de dos meses en la expedición, esperando que viniesen las tropas. Sin embargo le inquietó una nueva noticia; había arribado a Perú el obispo de Panamá, fray Tomas de Berlanga, que traía poderes para dirimir el conflicto de límites entre los conquistadores. Los amigos de Almagro le solicitaron que volviese para defender mejor su causa, pero el Adelantado quería ir por la riqueza chilena, por lo que siguió adelante. Otro contratiempo se presentó cuando el Villac-Umu se escapó de la expedición con todos los porteadores y volvió al norte. Pero Almagro y sus hombres siguieron adelante, ya que aun contaban con Pablo Inga. Los españoles tuvieron que tomar porteadores a la fuerza para poder transportar los avituallamientos, esto causó más de un conflicto con los naturales. Incluso hasta el mismo Almagro estuvo a punto de perecer a manos de un indígena que lanzó una flecha y erró dándole al caballo, que cayó encima de Almagro y le causó serias heridas.
Con más dificultades, incluyendo la pérdida de bagaje en manos indígenas, los españoles llegaron finalmente al norte de Salta, en Chicoana, el último paso antes de atravesar los Andes. Ya los deshielos habían comenzado y encontraron crecido al río Guachipa y hubo de ser atravesado a píe todo un día con la pérdida de llamas, y la deserción de los porteadores quienes aprovecharon la coyuntura para huir.

El cruce de los Andes

Los españoles más algunos yanaconas comenzaron a transmontar las primeras alturas de la cordillera de los Andes.
En su avance por la cordillera, los expedicionarios sufrieron muchas penalidades, ya que caminaban agotados por el frío y el congelamiento de sus manos y pies, y por la dificultad de un suelo lleno de guijarros pequeños, de bordes afilados, que les destruían las suelas de los zapatos y las herraduras a los caballos. El gélido clima de la cordillera mató a gran parte de los indios yanaconas que empezaron a dejar en la ruta como un sendero de muerte, pues no tenían la ropa adecuada y andaban a pie desnudo, y a varios los españoles, cuando se quitaban las botas, se les caían los congelados dedos de los pies.
La tradición dice que fue por el llamado hoy Paso de San Francisco por donde Almagro realizó su triste travesía.
Las penurias aumentaron al internarse por ese paisaje helado, inhóspito y silencioso, llegando incluso a detener el avance por falta de ánimos. El conquistador, preocupado por la suerte de sus hombres, encabezó junto a otros veinte jinetes un grupo de avanzada, que atravesó la cordillera y después de cabalgar tres días enteros, llegaron al valle de Copiapó (en ese entonces Copayapu), recogiendo los víveres que le suministraron los indígenas que envió de inmediato para socorro de sus hombres.

Reconocimiento del territorio
Almagro llega al valle de Copiapó

Por fin el resto de la columna llegó a Copayapu (Valle del Copiapó) con 240 españoles, 1500 yanaconas, 150 negros y 112 caballos, entre los negros venía una mujer leal a Almagro llamada Malgarida. Quedaron para pasto de los cóndores 10 españoles, 170 caballos y cientos de indios auxiliares.
Después de la natural recuperación de energías, se dio la orden de reiniciar la marcha hacia el valle de Copiapó, sin embargo le desertaron una multitud de yanaconas que dejaron prácticamente sin sirvientes a los españoles. Almagro endureció la mano e hizo quemar a varios indios culpables de haber matado españoles.
Estos indios habían asesinado a los tres soldados enviados en vanguardia que habían llegado a Chile. Para su escarmiento, Almagro decidió darles un cruel castigo, reuniendo a todos los caciques importantes de la región, enrostrándoles su crimen y condenándoles a morir en la hoguera.
Durante la realización de su castigo le llegaron noticias de los caciques de la región del Aconcagua, que deseaban realizar amistad con los blancos, esto era gracias a un par de españoles renegados de Pizarro que estaban en la región desde antes.
Se trataba de Gonzalo Calvo de Barrientos y Antón Cerrada, quienes en realidad fueron los primeros españoles en descubrir y pisar territorio chileno. Gonzalo Calvo de Barrientos había sido afrentado por Pizarro haciéndole cortar las orejas y para no exhibir su afrenta se internó hacia el sur del valle de Zama, internándose posteriormente hacia el sur. Sería el más leal colaborador de Almagro.
Durante su marcha a esa región, el Adelantado tuvo noticias de un barco, el San Pedro que había recalado en la región, (Los Vilos) dirigido por Ruy Díaz y que venía lleno de ropas, armas y víveres para la expedición.
Al llegar al río Conchalí, en Los Vilos se encontró con el otro español ya mencionado llamado Antón Cerrada quien ya había influenciado a los aborígenes a dar una bienvenida pacífica a la columna de Almagro.
Al llegar al valle del Aconcagua los españoles fueron bien recibidos por los naturales, por los consejos que les entrego Gonzalo Calvo, español radicado hace años en Chile.
Sin embargo, los mismos naturales fueron mal influenciados por el indio Felipillo, interprete de los conquistadores, de las malas intenciones de estos y su recomendación de atacarlos o huir de ellos.
Los naturales le hicieron caso, no se atrevieron a atacarlos y escaparon durante la noche, realizando igual intento el indio Felipillo y varios yanaconas, tomando el camino del norte, pero este último intento no fructificó. Felipillo fue atrapado y descuartizado con caballos frente al Curaca de la región como escarmiento.
El territorio que el Adelantado esperaba encontrar lleno de riquezas no cumplía ni sus más mínimas expectativas, esto le causó una gran desilusión, por lo que decidió enviar una columna de 70 jinetes y 20 infantes dirigida por Gómez de Alvarado para que explorase el sur del territorio.
Cuando la columna llegó al rió Itata, tuvo lugar en Reynogüelén el primer enfrentamiento entre los españoles y los mapuches, en la que la superioridad de las armas y la sorpresa por los caballos permitió una fácil victoria española frente a indios muy guerreros y que se asustaron al ver el hombre montado a caballo como un solo ser. Esto no sería más que una mera escaramuza en la futura y larga Guerra de Arauco que iniciaría Pedro de Valdivia.
Almagro al tener estas noticias, sopesó la situación y decidió no proseguir hacia el sur.
Sin oro y con tan belicosos naturales, Almagro sólo pensó en regresar al Perú. Entre la alternativa de volver a atravesar la cordillera, o dirigirse por el desierto, se decidió por la segunda opción. En un acto de reconocimiento al sacrificio hecho por sus hombres en la expedición, y que no fueron recompensados con el ilusorio oro de esta región, decidió perdonar las deudas que sus soldados habían contraído con el, destruyendo todas las escrituras que los comprometían.
El camino por el desierto de Atacama fue tan horroroso como la travesía por la cordillera, días quemantes y noches heladas, la hostilidad de los indígenas, sin contar con la escasez de agua y alimento, pero de cualquier forma se le consideró mejor que la travesía por los Andes.
Salieron en grupos pequeños de no más de 10 hombres haciendo jornadas de 20 km cada día. Durante el día se refugiaban bajo la sombra de los Tamarugos, en la Pampa del Tamarugal y caminaban de noche.
Para ponerse a cubierto de una sorpresa ya que el Perú ardía en una rebelión general contra Pizarro, Francisco Noguerol de Ulloa se hizo a la mar y desembarcó en el caserío como protección adelantada de los expedicionarios permaneciendo 18 días y luego regresando por tierra a Arequipa en febrero de 1537 con la pérdida consignada de un hombre, Francisco de Valdés que murió ahogado en un río.
Tal fue el estado físico en que llegó Almagro y sus seguidores que desde entonces se les llamó los "rotos de Chile" a quienes vinieran de esas tierras. Solo se atrevería a ir a conquistarlo 4 años más tarde, Pedro de Valdivia.